Sentarse en la mesa con un Alta Expresión, precisa de tiempo. Carnes rojas, quesos curados y buenas conversaciones proveen el escenario perfecto del más elegante de “los elegantes”.

Cuerpo rotundo de Rioja. Color potente, intenso, sin olvidar los violáceos. Complejidad en nariz. Y a copa parada aparecerán notas de bollería que irán matizándose a medida que se airee, predominando los aromas afrutados y torrefactos. Lo mineral, el chocolate y el bombón licoroso, también estarán ahí, sutilmente conviviendo con la fruta negra madura y el recuerdo a café, que persistirá en el tiempo. Orube es atemporal y elegante, como una canción de Frank Sinatra.